por las venas de la tarde
diciembre se desengaña.
el año en ciernes le aguarda
con una nueva navaja.
veo al niño que fui
en los pasillos del alba,
el alma entera en pijama
como si aún esperase,
como si no hubiese un mañana.
y el cuerpo, que grita los nombres
de todas las noches pasadas
y adquiere sabiduría
a la vez que se desangra.
por las venas de la tarde
me vino el asombro a la cara.