ahora se ve el cansancio aproximándose
como una oruga vieja en cada sueño,
para conquistar tu piel
y tus deseos.
trae su lenta noche de fluir hacia
ningún propósito,
su no de sombra,
su beso de arena.
viene el cansancio tercamente anudando
sílabas,
las sílabas del sí y las de la vida,
viene el cansancio lechal de las
novelas tristes,
el apostado para cubrir
la oración que tiene poco vuelo,
el aliento pequeño en una sala de
espera.