nos sirvió la tarde en una copa,
era un reunión deshilvanada, una calle
ciega
y fue un trámite al duelo.
desvencijado el ánimo como pájaro
mojado,
salimos salivados
por el asco de la mutua incomprensión
en el aire encendido
donde no lugar para posar los ojos.
carne a tender en la atalaya,
gestos tullidos antes de nacer,
heridas
vanas.
Ahí está el kid de la cuestión, en la palabra final "heridas vanas"
ResponderEliminarUn biquiño Manuel