Cáscara del aire, tu voz desde el
pasillo
al llegar de cada viaje duerme
la vieja soledad que llevamos dentro.
una pena con nombres de ciudades
nos trae la lluvia y los aviones,
un albarán de prisas, un remedo de
negocio
con la sencilla tarea de estar vivo.
tu voz, que es viento y rama
ofrece una razón para volver siempre
a mi alma de pájaro.
Precioso
ResponderEliminarGrazas, Julia.
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